El escándalo por los presuntos vínculos del empresario con pedido de extradición a Estados Unidos, Federico “Fred” Machado, con figuras políticas nacionales y provinciales sigue generando repercusiones en Río Negro. Luego de la denuncia pública de Martín Soria, llegó el contrataque de Alberto Weretilneck ¿Se terminó el periodo de paz entre los Soria y Weretilneck?
Días atrás, el diputado nacional y primer candidato a senador por Fuerza Patria, Martín Soria, afirmó en una entrevista televisiva en América que “existen lazos directos entre Lorena Villaverde, su pareja Claudio Ciccarelli y el gobernador Alberto Weretilneck con Fred Machado”, a quien definió como “un narcotraficante protegido por la Justicia argentina”.
Soria apuntó además a una presunta red de negocios vinculada a la explotación de arenas silíceas en Río Negro y Neuquén, que —según su denuncia— “sirven de pantalla para lavar dinero del narcotráfico”. En esa línea, señaló que Ciccarelli, primo y supuesto testaferro de Machado, “fue ascendido en la Legislatura durante la gestión de Weretilneck y pasó de vivir en casa de su madre a manejar un negocio más grande que YPF”.
El exministro de Justicia también vinculó a la actual diputada Lorena Villaverde con antecedentes judiciales y recordó que “intentó ingresar cocaína a Estados Unidos en 2002 y tiene causas por estafa y lavado en Río Negro”.
La respuesta de Weretilneck: “La verdadera vinculación con el narcotráfico está en los Soria”
Este miércoles, desde Viedma, el gobernador Alberto Weretilneck respondió públicamente por primera vez a las acusaciones. En conferencia de prensa, negó cualquier relación política o económica con Machado y explicó que el único contacto que tuvo con el empresario fue “una reunión protocolar hace ocho o nueve años”, cuando este acompañaba al club Deportivo Viedma como sponsor.
El mandatario detalló que Claudio Ciccarelli cuenta con “tres permisos de explotación de canteras de arenas y dos en trámite”, en el marco del Código de Procedimiento Minero, y aclaró que “produce menos del 1% de las arenas de la provincia”.
Sin embargo, Weretilneck fue más allá y, en un contraataque directo a los Soria, exhibió ante los periodistas dos fotografías en las que aparece María Emilia Soria junto a miembros del clan Montecino, una familia cipoleña señalada por la Justicia y las fuerzas federales por su vinculación con el narcotráfico.
“Esta es la verdadera vinculación de la política con el narcotráfico en Río Negro: la relación de la familia Soria con la familia Montecino”, expresó el gobernador. “Una banda narco que tiene una innumerable cantidad de asesinatos en Cipolletti”, agregó, mostrando las imágenes.

El clan Montecino es conocido en la región por sus vínculos con el tráfico de drogas, estafas con automóviles y causas federales por asociación ilícita, con varios de sus integrantes investigados y condenados en distintos procesos judiciales en Río Negro y Neuquén.
De la sintonía política a la confrontación electoral
El intercambio de acusaciones se produce en medio de una campaña electoral marcada por el impacto político del caso Espert–Machado, que involucró al candidato liberal José Luis Espert y puso en el centro del debate los presuntos vínculos del narcotráfico con la política.
Hasta ahora, Weretilneck y la intendenta de General Roca, María Emilia Soria, habían mantenido una relación institucional fluida desde el inicio del actual mandato provincial. Sin embargo, las declaraciones cruzadas entre el gobernador y el hermano de la jefa comunal marcan una ruptura inédita en la relación entre Juntos Somos Río Negro y el sector sorista del peronismo rionegrino.

El cruce de acusaciones y los nombres implicados —Villaverde, Ciccarelli, Machado y ahora el clan Montecino— agravan la tensión política en la provincia y anticipan una recta final de campaña marcada por la disputa entre denuncias de corrupción, narcotráfico y poder.