Este lunes, el Gobierno provincial presentó una nueva propuesta salarial a la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (UnTER) en el marco de la paritaria docente que se realizó en la sede de la Secretaría de Trabajo.
La oferta se planteó de manera trimestral y contempla los siguientes aumentos: Para julio: un incremento del 1% al salario básico más $20.000 con criterio FONID, a liquidarse bajo el concepto Asignación Docente. Para agosto: 1% al básico más $10.000 también con criterio FONID, en el mismo concepto. Para septiembre: otro 1% al básico más $10.000, bajo las mismas condiciones.
Además, el Gobierno propuso el pago de una suma fija no remunerativa de $40.000, por única vez y por agente, que se abonaría en una planilla complementaria durante la última semana de julio.
La reunión paritaria contó con la participación de la ministra de Educación, Patricia Campos; la secretaria de Educación, Silvia Arza; la vocal gubernamental del Consejo Provincial de Educación, Romina Procoppo; la secretaria General del CPE, Claudia Tejeda; y la secretaria de Administración, Mónica Temprano. Por parte de UnTER estuvieron presentes la secretaria General, Silvana Inostroza; la secretaria Gremial y de Organización, María Castañeda; y el vocal Marcelo Nervi.
UnTER debatirá en Congreso la oferta salarial del Gobierno y no se descarta un paro tras el receso
Las asambleas de las seccionales de la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (UnTER) comenzaron a evaluar la propuesta salarial presentada por el Gobierno provincial en la última paritaria docente. La decisión final se tomará este viernes 18 de julio en General Roca, durante un Congreso Extraordinario del sindicato, y podría definir si el regreso a clases tras el receso invernal será con normalidad o con medidas de fuerza.
Desde el sindicato docente, tras analizar la situación salarial y las condiciones de trabajo en las distintas regiones de la provincia, se reclamó una recomposición real que impacte en el salario básico y sea remunerativa y bonificable.
Uno de los puntos centrales fue la exigencia de que ningún docente quede por debajo de la línea de pobreza, que en junio fue de $1.118.717 para una familia tipo. Además, rechazaron las sumas fijas y no remunerativas, solicitando que todos los incrementos sean incorporados al básico y pagados por cargo, no por agente.
UnTER también planteó la necesidad de una mesa de revisión del nomenclador docente, exigió la devolución de los descuentos aplicados a los salarios de junio y reclamó la derogación de las resoluciones 5153/24 y 5154/24, que (según denunciaron) vulneran derechos laborales.
Entre otros reclamos, el gremio pidió revisar el ítem de movilidad, un porcentaje de ubicación diferenciada para zonas postergadas y defendió la legitimidad del paro como medida de protesta ante la falta de respuestas salariales.
El próximo viernes, los mandatos de cada seccional serán expuestos en el Congreso extraordinario de UnTER en Roca, desde donde saldrá la aceptación o el rechazo de la oferta oficial.
«Si la propuesta es rechazada, el regreso a clases tras las vacaciones de invierno podría verse afectado por medidas de fuerza«, indicaron.